miércoles, 6 de julio de 2011

¿Chávez tiene capacidad física y mental para gobernar?

La sola pertinencia de la pregunta, ilustra palmariamente sobre el caos político continuado, aún vigente en Venezuela, potenciado ahora con la variante de un teniente coronel que nos pretende seguir gobernando, emplazado en territorio foráneo.

Es sólo la más reciente de las arbitrariedades cometidas por el personaje, más parecido al villano de una historieta a colores que al gobernante nacional en pleno siglo XXI. Aún cuando no existieren disposiciones constitucionales que taxativamente señalen pautas para ejercer el poder político nacional, el sentido común nos indica la imposibilidad de gobernar por parte de quien no esté sobre el territorio patrio, más aún si fuere el caso que el mandatario en cuestión no estuviere en capacidad tanto física o mental para cumplir su mandato.

El primer supuesto ya está certificado, el teniente coronel Hugo Chávez se encuentra instalado en la República de Cuba, isla cárcel socialista, hospedado por el también tirano, el general Raúl Castro. Conforme al artículo 18 de la Carta Magna, no le es posible gobernar Venezuela desde allá, por ende desde el pasado 5 de junio, el ejercicio del Poder Ejecutivo en nuestro país, es puntual responsabilidad del vicepresidente socialista, Elías Jaua.

Ello tiene por lógico fundamento, el hecho cierto de una imposibilidad humana para el ejercicio del gobierno nacional, sin la razonable proximidad con la sociedad a gobernar, algo sólo posible situados en territorio patrio. Ello se explica, si sopesamos la cotidiana dificultad de un mandatario nacional para el manejo de información política en tiempo real, aun hallándose en Miraflores. Si con ello no bastara, se nos impone otra grave disquisición ¿cómo certificar la legitimidad de una gestión política por parte del gobernante nacional?, que emplazado en territorio extranjero bien podría ser objeto de una indebida maniobra a manos del gobierno foráneo.

El escenario se agrava cuando entramos a discurrir sobre la capacidad física y mental del socialista Hugo Chávez. Desde su salida a territorio extranjero el pasado 5 de junio, hasta la fecha presente, la única certeza nacional relativa a tal interrogante, es la fe de vida de ese militar, brindada sólo a través de vídeos. Porque las concomitantes declaraciones del propio Hugo Chávez y demás personeros de su gobierno, carecen de certidumbre, considerado como fuere el extraño valor que le han sabido otorgar a la palabra expresada, verbigracia: la contradictoria postura oficial en torno a la salud del teniente coronel socialista.
Es el caso, que más allá de la negativa del régimen en gobierno a brindar espontáneamente información médica cierta en torno al cuadro clínico de Hugo Chávez, y de la pública pretensión socialista para que éste siga "al mando", es obligación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como el órgano legítimo de representación demócrata en Venezuela, demandar en el seno de la Asamblea Nacional, la perentoria designación consensuada de una junta médica ad hoc, con la tarea única de trasladarse a territorio extranjero y certificar in situ la capacidad física y mental del prenombrado militar.

A falta de una certificación como la descrita, o de alguna otra de superior certidumbre, la MUD deberá reaccionar conforme a la Constitución, mantengámonos alertas desde ya. Porque es de todos sabido, que el caos socialista de estos 12 años, sólo ha sido posible amparados en la ineptitud de nuestra dirigencia demócrata para hacer respetar la Constitución. La continuidad de Hugo Chávez al mando, ahora desde el extranjero y bajo la incertidumbre respecto a su capacidad física y mental para gobernar, seria sólo garantía de una particular incapacidad política de la MUD para "cobrar" el triunfo electoral en el 2012. Ya lo dijo El Libertador: "Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios". ORA y LABORA.
Ronny Padrón El Universal Ve

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