lunes, 23 de diciembre de 2013

PDVSA colapsó

Del columnista:
DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ |  EL UNIVERSAL
23 de diciembre de 2013 
 

La estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) llegó al colapso. Su deuda externa es impagable en el corto y en el mediano plazo, por la sencilla razón de que está imposibilitada de incrementar la producción. Con relación a la deuda interna, aunque fundamentalmente en bolívares, tampoco puede cancelarla; el Banco Central no puede seguir fabricando bolívares sin respaldo en dólares, para apalancar el flujo de caja de Pdvsa y el resto de las empresas estatales.

La petrolera no puede detener la inexorable declinación de la producción, la cual se redujo de 3.342.000 barriles diarios (b/d) solo de petróleo en 2001, a 2.826.000 b/d en 2013; esto es según cifras de Pdvsa para la OPEP; es decir, oficialmente hubo una caída de más de 500.000 b/d en 12 años. Sin embargo, si se usan las verdaderas magnitudes, la caída es de cerca de un millón de b/d.

¿Por qué Pdvsa está imposibilitada de detener el retroceso e incrementar la producción? Esta merma se debe a que perdió sus mejores recursos humanos y su know-how; porque no está haciendo las inversiones que se requieren; porque quienes la dirigen no creen en la planificación, ni en el mantenimiento de las operaciones; porque han descuidado el adiestramiento del personal; porque no se asocia con los mejores; y, resumiendo, porque cambió su misión y visión de empresa petrolera para convertirse en un consorcio con funciones políticas y sociales, al servicio del Gobierno. Pdvsa lo último que hace es producir petróleo.

En los "Estados Financieros Consolidados de Pdvsa al 31 de diciembre de 2012", el total de pasivos alcanza la astronómica cifra de 142.596 millones de dólares (MMUS$), y de estos la deuda externa alcanza los MMUS$ 40.026. Los vencimientos de la porción no corriente de la deuda financiera consolidada, al 31 de diciembre de 2012, es MMUS$, 35.647, que deben ser cancelados con un monto inicial de MMUS$ 5.010 en 2014, y de MMUS$ 7.041 hasta 2017. Los MMUS$ 15.014 restantes se pagarán en los años siguientes. En 2013 esa deuda se incrementó en al menos MMUS$ 10.000. 

En estas condiciones no puede continuar financiando las misiones (MMUS$ 28.293 en 2012), ni los aportes al Fonden (MMUS$ 15.572 en 2012), ni los préstamos geopolíticos en petróleo y derivados, eufemísticamente llamados "acuerdos de cooperación", a Petrocaribe (quince países), al Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas (Bolivia, Paraguay y Uruguay), y al Convenio Integral de Cooperación (Argentina y Cuba), cuyas cuotas sumadas alcanzó los 376.700 barriles diarios en 2012. Tampoco podrá cumplir los compromisos con el presupuesto nacional 2014 por regalías, ISLR, etc., por MMUS$ 17.630.

Todo lo anterior no incluye la deuda local y sus pasivos laborales, que suman decenas de millardos de dólares, ni lo que tendrá que pagar de continuar perdiendo los arbitrajes internacionales; y mucho menos sus inversiones medulares para 2013-2014, que según su Informe 2012 suman MMUS$ 25.321.

Lo más preocupante es que en 2012 Pdvsa solo logró vender 124,5 millardos de dólares, pero de esto tuvo que comprar petróleo crudo y sus productos por MMUS$ 40.012 para cumplir con sus compromisos en el mercado local y en el exterior. Con ese volumen de ventas fue sobrepasada por Petrobras (MMUS$ 137.7) y por Pemex (MMUS$ 126.4).

El lugar que ocupa Venezuela en los principales sectores de la economía en América Latina, se muestra en el informe que anualmente presenta la revista América Economía de las 500 mejores empresas (http://rankings.americaeconomia.com/2013/ranking_500_latinoamerica_2013/index.html). Allí se ve cuánto hemos caído.

Esta publicación jerarquiza a los países de la región y sus empresas en las áreas de: aerolíneas y transporte, comercio, telecomunicaciones, automotor, energía, petroquímica, ingeniería y construcción, minería, alimentos, bebidas, siderúrgica, y petróleo y gas. Pues bien, en Brasil están ubicadas 210 empresas de las mejores 500, le sigue México con 120, Chile con 72, Perú con 32, Colombia con 30, Argentina con 23. Venezuela apenas aparece con tres empresas: Pdvsa, en el puesto 3, la telefónica (Cantv), en el 107, y la telefónica móvil en el lugar 124. Como referencia de nuestra declinación, la publicación informa que en 2005 Venezuela tenía 11 empresas en el ranking de las mejores 500. Y cuando se ve el ranking de las empresas del área más globalizadas, Pdvsa aparece en el puesto 41 de 65 (http://rankings.americaeconomia.com/2012/multilatinas/ranking.php).


Venezuela: ¡Feliz Año 1964

Del columnista:
JOSÉ LUIS CORDEIRO |  EL UNIVERSAL
23 de diciembre de 2013  


Feliz año 1964! 
Sí, feliz año 1964. Este no es un chiste malo de fin de año, sino la triste realidad de la Venezuela actual, lamentablemente.

Venezuela comenzará el año 2014 con el mismo ingreso por habitante que en 1964, en bolívares constantes. Los ingresos reales de la población no sólo se han estancado, sino que han retrocedido a los niveles de 1964. ¿Cómo es posible que un venezolano en el año 2014 gane lo mismo que otro en 1964? ¡Esto significa medio siglo de desarrollo perdido!

En 1964, Venezuela era un país con un futuro promisorio, donde todo estaba por hacer. La economía crecía rápidamente y el país no tenía casi deuda externa, ni interna. El presupuesto público estaba balanceado y la inflación era tan baja que a veces llegaba a ser negativa (deflación). Medio siglo más tarde, Venezuela es un país con un futuro incierto, un Gobierno autista y retrógrado, una economía rentista en crisis, una enorme deuda externa, una creciente y no contabilizada deuda interna, un gran déficit fiscal y la inflación más alta del continente. ¿Qué ha pasado?

El fracaso económico (y se puede agregar también el fracaso político y social, además del gran fraude educativo) no ha sido por falta de recursos. De hecho, la pobreza sigue aumentado aunque el régimen actual ha recibido enormes recursos petroleros: más de 1.000.000.000.000 de dólares desde que el chavismo llegó al poder. ¿Dónde están todos esos "reales"? ¿Qué pasa con los presupuestos millonarios que sólo han servido para crear más miseria? ¿Cómo se convirtió la Venezuela próspera y receptora de inmigrantes de 1964 en la Venezuela paupérrima y generadora de emigrantes de 2014?

En estas fechas de relativa tranquilidad, vale la pena reflexionar sobre lo mal que los venezolanos comenzaremos el año entrante. Cada año que pasa, a pesar de un supuesto repunte económico no sostenible, Venezuela retrocede en términos reales. Estas son cifras promedio, obviamente, pero la tendencia regresiva es evidente desde finales de la década de 1970.

Para ser justos, Hugo Chávez no fue el único dirigente malo de Venezuela, sino simplemente el peor en más de un siglo. Cada año nuevo tenemos más pobres, especialmente bajo el terrible "desgobierno" actual. Parece ser cierto que este régimen ama a los pobres, pues cada año hay más pobres. Aunque el chavismo ha recibido los mayores ingresos petroleros de toda la historia venezolana, el país retrocede en lugar de avanzar.

Reflexionemos abiertamente sobre cómo perdimos medio siglo para que no perdamos también el siglo XXI. ¡Feliz año 1964!

www.cordeiro.org

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CARTA DE SANTA

Amigo mío, sé que la cosa funciona al revés pero este año decidí ser yo quien te escribe. Lo hago porque no puedo hacer esto solo, necesito tu ayuda para llevar el Espíritu de la Navidad y hacer que esta sea la más mágica y bondadosa que jamás hayamos vivido.

Quiero que este año hagamos un regalo, pero no solo para las personas que quieres.
Es un regalo para cualquiera, incluso para un desconocido, no tiene que ser material,  puede ser lo que quieras o lo que tú puedas.
Descubrirás que ese regalo también es para ti y que una pequeña acción tuya es capaz de crear la magia de esta época. 

#Yo TambiénCreoEnTi

Santa 


jueves, 17 de octubre de 2013

El peso del fracaso


por Orlando Ochoa - El Universal 17/10/2013
La magnitud del problema cambiario de Venezuela, con sus aristas fiscales, monetarias, petroleras e ideológicas (Socialismo del siglo XXI), lo hace imposible de resolver, sin un plan económico coherente para levantar el control de cambio. Esto a su vez exige reorganizar el sector público y alcanzar un presupuesto balanceado; lo cual debe ser acompañado del cierre definitivo de financiamiento del gasto deficitario del Gobierno Central, CVG y Pdvsa por parte del Banco Central de Venezuela (BCV). Finalmente se requiere de un proceso de eliminación de obligaciones financieras y políticas de la Pdvsa mal conducida por Rafael Ramírez, de manera de elevar el suministro de divisas de la estatal petrolera de 45-50% actual, a un 80% al menos, al BCV. Hacer todo esto es una maniobra política, económica, financiera y petrolera de gran escala, que lleva explícitamente a reconocer que la conducción económica y petrolera bajo Hugo Chávez, continuada por Nicolás Maduro en 2013, tenía sólo el propósito de usar los recursos nacionales para transferencias y subsidios a consumidores, empresarios (Cadivi y créditos baratos) y empresas públicas socialistas; esta economía distorsionada, ha acumulado deuda pública y otros pasivos por más de $250.000 millones. El objetivo final era ganar elecciones por varios años y postergar las consecuencias nefastas. Finalmente estas llegaron.

La entrega fraudulenta de divisas y los contratos de obras pagaderos en dólares permitieron desarrollar a lo largo de los años una enorme corrupción cambiaria, civil y militar, con chavistas y opositores. Además, con la alta inflación causada por el gasto público y su financiamiento monetario del BCV, la sobrevaluación del bolívar oficial, el alza en el mercado paralelo, unida a las expropiaciones socialistas, llevaron a disminuir la producción nacional y a elevar las importaciones. Las consecuencias institucionales y morales, aunque menos tangibles, son más duraderas en sus daños sobre la sociedad venezolana. El crecimiento del crimen organizado es facilitado por las distorsiones cambiarias y la impunidad que ha prevalecido. El fracaso económico y político pesa mucho ahora para 2014. El legado de Hugo Chávez incluye atender mejor a los pobres, una secuencia de victorias electorales pero también un gigantesco daño económico y moral a Venezuela. 


jueves, 10 de octubre de 2013

Cristina: de la enfermedad y el poder


Por Julio César Pineda - El Universal - 10 de octubre de 2013
En la oportunidad en que se hizo pública la enfermedad del presidente Chávez, afirmamos que el cáncer del jefe de Estado obligaba a la transparencia médica y mediática porque en todas las democracias es una exigencia moral y jurídica el que el pueblo conozca las condiciones físicas e intelectuales de quienes dirigen los destinos públicos; esto es lo que están solicitando los argentinos ante la enfermedad de la señora Presidenta. La enfermedad es inmanente a la condición humana y casi siempre la antesala de la despedida del breve transito existencial. Para los líderes carismáticos que se creen indispensables la enfermedad constituye la más fuerte expresión de su finitud y el recordatorio de su transitoriedad.

El periodista y médico argentino Nelson Castro aseguró hace unos días que la presidenta Cristina, más allá de la enfermedad física que parece controlable, también padece la enfermedad psíquica de los líderes mesiánicos con el síndrome de Hubris (Hybris) términos griegos vinculados a la desmesura del poder, con la excesiva confianza de sentirse imprescindible, desfigurando la realidad en la sola percepción de la misma y pretendiendo afirmar su sola visión como garantía del presente y del futuro.

Frente a la Hybris de los dirigentes mesiánicos embriagados de poder, la Némesis les recuerda su finitud y el pensamiento real ante la visión mágica. Frente a la locura de lo irrealizable, las condiciones y la vida los acerca a lo real, a lo posible.

David Owen en su libro "En el poder y en la enfermedad" y Pascal Sutter en su obra "Estos locos que nos gobiernan", tratan el tema de quienes detentan el poder con su esquizofrenia, paranoia y narcisismo, aun en la enfermedad tratan de transmitir vitalidad eterna, por eso recomiendan en estos tiempos de transparencia y participación ciudadana, la garantía para conocer las enfermedades de sus jefes de Estado o Gobierno, o de los que aspiran llegar al poder.

Es frecuente en estos casos la desinformación sobre sus enfermedades y los rumores sobre el presente y el futuro, incluso la negación oficial para disipar dudas y afirmar el poder. Por supuesto que en la enfermedad siempre está la incertidumbre, lo laberíntico de la enfermedad, a pesar de los avances de la ciencia siempre tienen presente el azar y la necesidad. En la obra de David Owen se describen enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno desde 1901 hasta el 2007, recorre la salud de 32 Presidentes con la característica común de la desinformación oficial de sus dolencias y de sus diagnósticos, y el aferramiento permanente más que a la vida al poder, ejerciendo actividades y funciones contradictorias con la necesidad de la atención médica y del descanso.

El brillo del poder, la sensación de transcendencia, el sentimiento de empatía con el pueblo, la necesidad de su presencia, hacen olvidar a estos dirigentes, la fragilidad de su cuerpo y la finitud de su existencia, incluso los hace descuidar su propia salud y la recomendación de sus médicos y familiares.

La enfermedad de la presidenta Cristina se ha convertido como la de muchos jefes de Estado en una referencia regional y mundial. El artículo 88 de la Constitución argentina vigente desde 1994 ha facilitado la lógica transición democrática. El próximo 27 de octubre al margen de lo que suceda con la Presidenta, las elecciones legislativas tendrán lugar. El deterioro del Gobierno ha sido constante, pero es posible que la solidaridad como ocurrió con ella cuando murió su esposo en octubre del 2010 que le permitió ser reelecta con un amplio apoyo, pueda traerle votos que no esperaba. Sin embargo todo indica que el Gobierno perdería la mayoría en el Congreso y esto imposibilite la reforma constitucional que Cristina impulsaba para una tercera presidencia.

El tema de las enfermedades y el poder tiene una abundante literatura en América Latina luego de las situaciones del expresidente Lula, Fernando Lugo, la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, y el presidente Santos, en estos casos los gobiernos informaron adecuadamente. Pero es situaciones como la de Fidel Castro, Hugo Chávez y ahora Cristina de Kirchner la información no ha sido oportuna ni completa. Por eso escribimos en su oportunidad el Cisne Negroreferido al cáncer de Hugo Chávez y la enfermedad de los líderes mesiánicos, así recomendamos el libro de Pier Accoce y Pierre Rentchnick "El poder, los hombres y las enfermedades"; de Enrique Krauze "El poder y el delirio""Las hemorroides de Napoleón", de Phil Mason; "Enfermos de Poder", del argentino Nelson Castro.


domingo, 8 de septiembre de 2013

"Estado delincuente" del libro del mismo título publicado por Marcos Tarre y Carlos Tablante

El Universal 8/9/2013 - Sección Expediente por Francisco Olivares

Resulta complejo explicar por qué Venezuela en cuestión de 14 años pasó de tener índices de criminalidad envidiables para el continente, de menos de 20 asesinatos cada 100 mil habitantes, a una tasa de 73 asesinatos, ocupando uno de los índices más altos del mundo para llegara en 2012 a 21.692 homicidios de acuerdo a las cifras manejadas por el Observatorio Venezolano de la Violencia.


A juicio del escritor y experto en seguridad, Marcos Tarre, los altos índices de criminalidad presentes hoy en la vida venezolana están relacionados con el auge del crimen organizado en una siniestra ecuación que se origina en la corrupción, que deviene en el fortalecimiento del crimen organizado y que a su vez genera entre 34% a 55% de los homicidios que se cometen en el país. "En Venezuela no tenemos situaciones extremas como los carteles mexicanos de la droga, pero tenemos índices delictivos más altos que México. A su juicio detrás de eso está la corrupción, que el sociólogo y experto en temas de violencia, Roberto Briceño León, atribuye a la ausencia de instituciones y a la falta de autonomía de los Poderes Públicos, entre otras causas. Para Marcos Tarre, en Venezuela hay una aceptación social del tema de la corrupción. 



Carlos Tablante, quien se ha ocupado del estudio del crimen organizado en Venezuela precisa que en los barrios de las principales ciudades del país existe una economía subterránea que se mueve con capitales ilícitos relacionados con el tráfico de drogas, el secuestro, la extorsión, el sicariato. Estas organizaciones delictivas se disputan el control de los territorios, el control de las actividades ilícitas y el dinero que mueve. El enfrentamiento permanente entre ellos generan una situación de violencia que nuestras estimaciones indican que aportan 40% de los homicidios en el país. 



Ambos expertos: Carlos Tablante y Marcos Tarre, acaban de publicar un libro con el título de "Estado delincuente" que contiene un amplio estudio sobre el crimen organizado. El libro, cuya primera edición desapareció "misteriosamente" de las librerías apenas horas de haber sido distribuido, acaba de ser entregado a las librerías en su segunda edición. 



Allí exponen que, al lado del rol que ocupa la corrupción en esa ecuación de violencia, otro factor que ha propiciado la expansión de la delincuencia organizada deriva de la tolerancia y hasta complacencia gubernamental frente a la existencia de grupos irregulares armados en Venezuela tales como las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Liberación (FBL) o los llamados colectivos como La Piedrita, Carapaica, y otros grupos de base que tras la cara política controlan los mercados locales de la droga , tráfico de armas, secuestros y extorsión.



Para Tablante toda esa actividad también se sostiene gracias a que tenemos "un Poder Judicial tomado por la delincuencia organizada. Los juicios, los tribunales, las instancias del Poder Judicial tienen tarifa". Aclara que si bien es cierto que la hegemonía gubernamental del Gobierno sobre el Poder Judicial, se buscó en el plano ideológico y político, ella se transformó en una hegemonía de la corrupción. 



Destaca que resulta irónico que el mismo presidente Maduro, quien ha estado 15 años en los puestos más altos de Gobierno, esté hablando de crear leyes especiales para frenar la corrupción, cuando son precisamente ellos quienes han estado a cargo de la tesorería, de la hacienda pública y de los bienes del país. 



"Como no ha habido separación de los poderes, esa corrupción ha ido permeando en todas las instituciones y es lo que nosotros definimos como un "Estado delincuente". Es decir, ya no es un Estado paralelo, no es una Estado dentro del Estado, sino que las redes de la corrupción han avanzado y se han extendido en esa especie de hegemonía de la corrupción que se ha adueñado del Estado y que tiene el control de las principales instituciones del Estado". 



Armas y crimen organizado



El "Estudio Global de Homicidios 2011" de la ONU, en el capítulo relacionado a armas de fuego, establece la conexión que existe entre el uso de las armas y las organizaciones delictivas. A nivel mundial el informe estima que 42% de los homicidios del año 2010 se cometieron con armas de fuego. En Latinoamérica ese porcentaje es superior 70% pero en Venezuela la cifra asciende a 88% de homicidios con armas de fuego. Esa cifra está vinculada al crimen organizado y puede precisarse al tomar algunas características como el número de disparos que se le hace a la víctima, la parte del cuerpo que se busca afectar o el tipo de arma utilizada.



Las crónicas policiales que se publican en los medios han dado cuenta de esa realidad como: "un presunto confidente de cuerpos policiales fue muerto de 60 disparos en la cara". Según los autores de "Estado delincuente" tales hechos muestran ciertos "ritos" propios de las bandas delictivas.



Una cifra tomada de Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (Inosec) indica que en 45% de los homicidios con armas de fuego, las víctimas recibieron más de 3 disparos, haciéndose regular en el último año homicidios con 50 y 60 disparos. 



Otros indicadores lo constituyen delitos como el secuestro y el sicariato los cuales han aumentado sustancialmente en los últimos años. En cuanto al secuestro en el que hay un gran porcentaje que no es denunciado por las víctimas ante las autoridades, de 67 casos denunciados en el año 2000, se pasó a 686 en el año 2010. Asimismo los delitos como enfrentamiento entre bandas, enfrentamiento con las autoridades y venganza, muy relacionados a las bandas organizadas, cubren 42% de los homicidios.



Un dato muy llamativo que indica la ineficiencia del Estado para controlar a las bandas organizadas se da por ejemplo en el tráfico de drogas. A pesar de que en Venezuela ha habido un incremento sustancial en el decomiso de grandes cargamentos de droga, tenemos que por posesión, en el que la mayoría son solo consumidores, fueron detenidos en el año 2010, 17.590 personas, en tanto que por tráfico de drogas solo se realizaron 32 detenciones. Ello explica la ineficiencia del Estado para castigar al traficante y cómo el traficante, que es quien tiene el poder económico, es el que tiene la capacidad de comprar la justicia. Para Carlos Tablante "ellos compran la impunidad y no les llega la justicia". 



Boliburguesía y corrupción



En el ámbito internacional existe una clara percepción de la corrupción como un mal asociado a la delincuencia organizada. Transparencia Internacional, organización no gubernamental que tiene su asiento en Berlín, en su último informe mundial sobre "índice de percepción de la corrupción de 2011" al hacer una evaluación sobre 182 países, ubica a Venezuela en el puesto 172 compartiendo honores con Burundi y Guinea Ecuatorial como los países más corruptos del planeta.



Señala Marcos Tarre que en los últimos 14 años, además de que se ha consolidado una delincuencia organizada que podríamos llamar tradicional, existe otra que se ha hecho muy poderosa. Esta última es propiciada por la corrupción y el deterioro institucional. Han aparecido nuevas formas de organizaciones delictivas surgidas de las políticas de controles económicos como el control de cambio, o regulaciones como el contrabando de gasolina, el contrabando de productos subsidiados como la cabilla y el cemento etc. Se han fortalecido organizaciones delictivas ligadas al Estado y ha formado una nueva clase poderosa.



Refiere Carlos Tablante que en Venezuela se ha ido construyendo un "Estado delincuente" que es más poderoso que el Estado constitucional. Asegura que "la red de corrupción que sustenta a ese Estado delincuencial, ha asumido el control de varias áreas, pero en especial, de las finanzas públicas, las cuales ha privatizado por la vía de la corrupción".



Tales redes de corrupción tienen su expresión en los nuevos grupos económicos surgidos en una especie de mestizaje en donde los negocios ilícitos se han ido ligando cada vez más a los negocios lícitos. Y ese mestizaje ha dado lugar a una nueva clase que ha tomado distintos nombres como la "boliburguesía" o los llamados "bolichicos", estos últimos quienes hicieron grandes negocios a partir de la crisis eléctrica. Estos seudos empresarios han sido promotores de la revolución en una suerte de capitalismo de prebendas, acota el autor.



Escándalos que no se resolvieron



En el libro se recogen ejemplos de los negocios que se hicieron desde el Gobierno y que nunca fueron investigados, tales como el de Bariven con la importación de alimentos que se pudrieron por traerlos con fechas de vencimiento próximas, sin garantía y con sobreprecios. El caso del maletín con dólares en efectivo enviados por el Gobierno para la campaña de Cristina Kirchner nunca se investigó. Makled y su red de funcionarios y militares comprados. Igualmente describe cómo funcionarios que tienen la discreción de asignar las divisas facilitaron lo que el propio ministro Jorge Giordani denunció cuando dijo que descubrió que 20 mil millones de dólares fueron importaciones ficticias de empresas de maletín. Una denuncia del propio ministro de la que no hay responsables a pesar de que el Gobierno maneja en detalle la información sobre las personas y las empresas fantasmas.



Como ejemplo de impunidad, el libro menciona el caso de Alejandro Andrade, ex tesorero nacional, cuyo nombre no aparece en ninguna de las investigaciones realizadas con las operaciones cambiarias, y los bancos quebrados, a pesar de haber sido uno de los principales responsables de las finanzas públicas. "Se trata de un ex funcionario de origen humilde, súbitamente convertido en un ostentoso millonario". La estructura de negocios con bonos, con notas estructuradas, produjo enormes ganancias derivadas del diferencial del dólar oficial y el dólar paralelo, con los dineros del Estado, con los depósitos que recibían de parte de Andrade quien estaba a cargo de la tesorería y a su vez era presidente de Bandes y Banfoandes. Con los depósitos gubernamentales se compraron compañías de seguros, medios de comunicación y otras propiedades. Esas actividades no se pueden realizar sin el entramado y complicidad necesaria del el alto funcionario del Gobierno que maneja el dinero, indican los autores.

jueves, 5 de septiembre de 2013

PDVSA - Meritocracia vs. Ideolocracia e Ineptocracia


Pocas veces en la historia mundial hemos visto a un gobernante destruir de un plumazo a una de sus mejores reservas humanas. Me refiero a la gente que trabajaba en Pdvsa. 

Se trataba de un grupo especialmente capacitado, que tenía más de 15 años en promedio de conocimientos y experiencia al servicio de una actividad productiva y que había sido capaz de transformar a Pdvsa, no sólo en la segunda mayor empresa petrolera del mundo entero (sólo superada por Saudi Aramco de Arabia Saudita), sino que además estaba a la cabeza del mundo petrolero en una serie de indicadores que mostraban sus excelentes niveles de productividad.

Mientras Pdvsa estuvo inscrita en la Seccurities and Exchange Commission todas sus cifras -al igual que las demás empresas que colocaban acciones o valores en EEUU- eran auditadas por esta organización conocida como la SEC. Pdvsa, desde luego, no colocaba acciones en el mercado pero sí colocaba bonos en Estados Unidos y de allí la necesidad legal de estar inscrita en la SEC.

Ahora bien, al comparar los Balances y Estados Financieros de las mayores transnacionales petroleras, resulta que para 1998 se evidenciaban que Pdvsa tenía menores Costos y Gastos vs Ingresos Totales que compañías como Exxon, Chevron, Texaco, Shell, BP, Mobil y Amoco. Esas otras empresas son precisamente las que se conocían como las "siete hermanas" tan criticadas por las izquierdas mundiales: ¡Nosotros estábamos por encima de esas empresas!

También Pdvsa tenía mayor Utilidad en Operaciones vs Ingresos Totales que cada una las "siete hermanas" e igualmente tenía mayor Utilidad Neta vs Ingresos Totales que todas ellas.

Pero hay mucho más. En materia de Indicadores Financieros Pdvsa estaba a la cabeza del mundo petrolero. Teníamos el mejor Índice de Solvencia (Activo Circulante vs pasivo Circulante) y el menor Índice de Endeudamiento medido en todas sus formas, ya sea como Pasivo Circulante vs Patrimonio NetoPasivo Total vs Patrimonio NetoPasivo a Largo Plazo vs Patrimonio NetoPasivo a Largo Plazo vs Activo Fijo

Teníamos con mucho el mejor Índice de Solidez (Total Activo vs Total Pasivo) entre todas las grandes transnacionales petroleras del mundo. Era además Pdvsa la segunda empresa con mejor Índice de Rentabilidad (Utilidad Total vs Activo Total), sólo superada en esta área por Amoco.

Entre todas las grandes transnacionales petroleras reportadas por el SEC, éramos la que tenía mayores reservas de crudo, mayores reservas de gas, mayor producción de crudo, la quinta con mayor producción de gas, la cuarta con mayor corrida de refinación y la quinta con mayores niveles de venta de productos.

Pdvsa era pues una tacita de plata. Pero un buen día en cadena nacional el presidente Chávez decidió tomar un pito y ... Prrrrr empezó a despedir a sus gerentes. "Señor ... muchas gracias. Ud. está despedido". Aquello desató una tormenta dentro de Pdvsa. El propio Chávez reconoció después ante la Asamblea Nacional en su Informe Anual y Cuentas, frente a todos los embajadores acreditados en Venezuela que aquellos problemas los había causado él mismo, porque "era necesario". Planteó el símil de una colina militar que "había que tomar". ¡Después, pasó todo lo que pasó!

Al final de aquellos eventos, cerca de 22.000 trabajadores -que como antes dije tenían 15 años en promedio trabajando para la industria- habían sido despedidos. ¡Se lanzaron al cesto de la basura unos 330.000 años de experiencia y conocimiento!

No es de extrañar que hoy en día Pdvsa se encuentre en la situación en que se encuentra. No son de extrañar tantos accidentes. No se están cumpliendo con los planes de mantenimiento. Antes Pdvsa ostentaba el récord de menor número de accidentes en el mundo petrolero por hora hombre trabajada. Ahora creo que ostenta el récord inverso.

Para colmo, existen dudas acerca de si los daños de los accidentes están siendo cubiertos por seguros. Se habla de una nueva aseguradora llamada Swiss Brokers (que según medios especializados pertenece a rusos) y de otra llamada Étoile cuyos dueños, dicen esos medios, son libaneses (¿Será verdad?)

De haberse cumplido los planes de inversión que existían, hace tiempo que deberíamos estar produciendo por encima de los 5 millones de b/d. Según la OPEP producimos 2,4 millones.

En Pdvsa desaparecieron los conocimientos y el mérito (meritocracia). Ahora está inundada de ideología (ideolocracia) y de ineptitud (ineptocracia).


lunes, 2 de septiembre de 2013

Venezuela - ¿Por qué no hay dólares?

DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ |  EL UNIVERSAL
lunes 2 de septiembre de 2013 
La fábula de la gallina de los huevos de oro es aplicable a la estatal Pdvsa, pero con un piquete negativo. No solo el régimen se quedó sin los huevos, sino que mataron la gallina, porque creían que era posible exprimirla ad infinitum y de forma creciente. 

La estatal reporta que desde 1999 hasta 2012 recibió como ingresos por "ventas de petróleo crudo y sus productos" la suma de 1.111.855 millones de dólares (MUS$). De ese monto, informa que sus "gastos y costos" fueron de 706.255 MUS$; es decir, 63,5% de sus ingresos totales, ello sin incluir las regalías y los impuestos menores. Pero si se incluyen las regalías pagadas (169.785 MUS$) los gastos llegarían a 876.040 MUS$; esto es, 78,8% de sus ingresos. Igualmente, pagaron al Fisco 55.610 MUS$ por concepto de ISLR (5,0% de sus ingresos); también de los ingresos fueron a las distintas misiones y al Fonden, 134.261 MUS$ (12,1%). Al final, su ganancia neta consolidada en esos 12 años fue de 70.277 MUS$ (6,3% de los ingresos), y los dividendos sumaron 28.475 MUS$ (2,6% de los ingresos). Así que al "hueco fiscal" fueron 253.870 MUS$ por concepto de regalías, impuestos y dividendos (22,9% de los ingresos de Pdvsa). Al sumar la cifra anterior a lo que recibió el gobierno para los programas sociales y el Fonden, el monto asciende a 388.131 MUS$; en otros términos, 34,9% de los ingresos por ventas de Pdvsa fue el "goverment take", en buena jerga económica petrolera.

Visto lo que ocurrió en 12 años, vamos a la realidad de 2013 para explicar por qué no hay dólares. De entrada diremos que vamos a ser benévolos con las cifras, utilizando las oficiales, porque si se utilizaran las reales la situación sería más dura. Partamos que la producción de petróleo es 2.774.000 barriles diarios, que el mercado interno consume apenas 600 mil b/d (mb/d), que las entregas a los veinte países de la región por "acuerdos de cooperación" es 300 mb/d, que Pdvsa está comprometiéndose a cancelarles a los particulares en las empresas mixtas su alícuota de producción (400 mb/d) y, finalmente, que continuará cancelándose con 460 mb/d de la producción lo relacionado con el Fondo Chino y otros compromisos, entonces quedan apenas 1.014.000 b/d que hacen sonar la caja registradora del régimen. Si esos 1,014 mb/d se multiplican por 365 días de producción en un año y un optimista precio de la cesta de US$/barril 100, queda la cifra de 37.011 millones de US$ anuales para cubrir las necesidades de divisas. 

Resulta que esos 37.011 millones de US$ no son suficientes para pagar las inversiones que estima Pdvsa realizar en 2013 (25,321 MUS$), ni cubrir sus compromisos con el presupuesto corriente nacional, que asciende a 19.344 MUS$. Ambas cifras suman 44.665 MUS$, es decir, que hay un déficit de 7.654 MUS$. Y surge la pregunta obvia: cómo pagará su deuda financiera, la deuda con el Banco Central, las compras de crudo y gasolina para cumplir con los compromisos nacionales e internacionales, los pasivos locales por deudas y expropiaciones, lo que se les debe a los particulares de la empresas mixtas y, finalmente, los compromisos políticos que representan las misiones y los aportes al Fonden. Esta carga no incluye los pasivos laborales con los despedidos y la deuda con los jubilados (dividendos y aumentos diferidos). De allí la búsqueda desesperada del régimen por nuevos préstamos, a cualquier precio.

Preocupa escuchar que Pdvsa no está tan mal porque produce cerca de 3 millones de barriles diarios de petróleo y líquidos provenientes del gas natural. A esos hay que decirles que está mal porque debería estar produciendo 6,0 mb/d. En 1998 su productividad por empleado era de 81 barriles diarios (con 41.000 trabajadores directos); al cierre de 2012 la productividad era de 28 barriles diarios (con 106.000 trabajadores directos). 

La solución por la que optó Pdvsa consiste en hacer una apertura total a las empresas mixtas y a las de bienes y servicios (procedimiento antes cuestionado), ofreciéndoles de todo a cambio de que vuelvan a invertir para elevar la producción, que es lo que produce los dólares.

La solución a esta encrucijada pasa por cambiar los viejos paradigmas sobre la industria petrolera, esos que sostienen que en Venezuela todo es estratégico, todas las empresas son básicas, que el petróleo es soberanía e independencia, y que el crudo, por lo tanto, debe ser manejado por el Estado empresario, porque el sector privado no es confiable. Para tener más dólares hay que cambiar.


martes, 20 de agosto de 2013

Venezolanos: El petróleo en tu bolsillo

JEAN-PAUL LEIDENZ FONT |  EL UNIVERSAL
martes 20 de agosto de 2013  
Pronto nuestro país cumplirá 100 años de explotación petrolera desde aquél reventón en Zumaque I el 31 de julio de 1914. Durante años, la industria fue percibida como un "enclave extranjero" de cuyos asuntos la sociedad venezolana estaba excluida más allá de la recaudación de impuestos. Las tensiones a que esa percepción dio lugar, nos acompañan hasta el día de hoy. El discurso político aún se enmarca en el anhelo de controlar nuestro principal recurso natural, incluso tras la estatización del petróleo en 1976.

"El petróleo ahora es de todos" suelen decir, no sin que algún vivo agregue "pero no es de nadie... " . El control estatal de las actividades extractivas no garantiza que el manejo de la renta petrolera sea eficiente, considerando el bienestar de todos a largo plazo. La renta remanente de la venta de crudo, una vez remunerados factores productivos incluyendo al capital, puede ser utilizada contra nuestros intereses incluso en manos del Estado.

Un gobierno en ejercicio tendrá incentivos para gastar más allá de lo razonable, a fin de garantizar su permanencia en el poder. Los intereses de generaciones futuras quedan muy remotos en las preferencias del político, ante la inminencia electoral. Además, una ciudadanía que percibe la renta como un maná proveniente del Estado, poco reclamará un uso eficiente. 

Cada elemento se refuerza: un gasto público ineficiente y volátil da lugar a crecimiento económico bajo e inestable, con poca inversión privada, profundizando la dependencia de la economía al Estado. Una ciudadanía dependiente no puede sostener instituciones fuertes que limiten y vigilen el uso de la renta. De este modo el petróleo sigue siendo distante. 

Si bien podría señalarse al ahorro como alternativa, bastaría observar el triste saldo del Fondo de Estabilización Macroeconómica (US$ 3 MM) o el Fondo de Ahorro Intergeneracional. Insignificantes desde todo punto de vista. Si el ciudadano no se siente perjudicado directamente cuando se sustraen recursos, los fondos siempre permanecerán vacíos.

El punto crítico del espiral perverso, es una asignación difusa de derechos de propiedad. Una solución tentativa es entregarle una porción de la renta a cada ciudadano, directa y universalmente.

Podría considerarse el reparto a través de un fondo de ahorro soberano en el extranjero, alimentado por los aportes fiscales de la industria. La entrega de una porción del principal recurso más rendimiento, deducida de impuestos, se realizaría en cuentas personalizadas por cada ciudadano (Rodríguez & Rodríguez, 2012). Otra opción, de menor magnitud, consistiría en crear fondos separados con propósitos etiquetados, hasta alcanzar un monto óptimo que permita el financiamiento íntegro y permanente de programas sociales con su retorno. Dichos programas, deberían consistir en distribución directa de beneficios.

En todo caso, si queremos resolver el centenario dilema político venezolano, conviene explorar nuevas alternativas. Acerquemos el petróleo al ciudadano, 100 años bastan.

Investigador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA


Venezuela condenada al ostracismo petrolero

JOSÉ TORO HARDY |  EL UNIVERSAL
martes 20 de agosto de 2013  
En un artículo reciente explicaba la importancia que tendrán los grandes descubrimientos de petróleo y gas de esquisto (shale oil y shale gas) en EEUU. Con el desarrollo de esta nueva tecnología se pueden extraer mediante fracturación (fracking) los hidrocarburos atrapados en los poros y las capas de las rocas sedimentarias. EEUU pronto será el mayor productor de petróleo del mundo.

La teoría del Peak Point, según la cual la demanda mundial de petróleo seguiría creciendo pero la producción habría alcanzado un punto pico, se ha derrumbado estrepitosamente. 

Las tecnologías para la explotación del petróleo de esquisto tendrán un fuerte impacto geopolítico al independizar a muchos de los mayores consumidores de petróleo de las inestabilidades que experimentan muchos de los mayores productores.

En pocos años EEUU no necesitará importar petróleo. Incluso podría transformarse en un exportador. Solamente abastecedores seguros como Canadá y México mantendrán una presencia en ese mercado. 

Venezuela hubiese podido estar en esa lista, ya que había sido capaz de desarrollar una envidiable integración vertical que le permitía llevar el petróleo desde el subsuelo venezolano hasta los tanques de gasolina de los consumidores estadounidenses, después de haberlo producido, refinado y transportado en oleoductos o en tanqueros venezolanos y procesado en refinerías propias -ya fuese en nuestro territorio o en EEUU- para ser distribuido por Citgo (que le pertenece 100% a Pdvsa) a través de un extenso número de estaciones de servicio abanderadas con esa misma marca. En medio de esa integración vertical, éramos capaces de agregar valor en todos los eslabones de la cadena y garantizarnos una posición y una participación importante en el mayor mercado mundial.

Sólo la increíble torpeza de quienes dirigen nuestra política petrolera está logrando destruir un modelo que era la envidia del mundo entero.

Pero una nueva noticia con profundas implicaciones geopolíticas viene a introducir cambios aún mayores en los mercados energéticos y en la compleja situación del Medio Oriente: Israel ha encontrado grandes reservas de petróleo y gas de esquisto.

Ha descubierto megayacimientos de gas llamados "Leviatán" y "Tamar" en altamar, frente a las costas de Haifa.

Como si lo anterior fuera poco se han completado los estudios geológicos y geofísicos en la zona Sur de Israel, encontrándose vastas reservas de petróleo de esquisto (shale oil) atrapadas bajo las capas de rocas en prácticamente un 15% del territorio israelí, que pueden ser extraídas mediante las mismas técnicas de fracturación (fracking). Algunos estiman que las reservas económicamente explotables podrán alcanzar los 250.000 millones de barriles. Eso colocaría a Israel al nivel de Arabia Saudita. Habrá que vencer algunos obstáculos tecnológicos, para lo cual los judíos siempre han estado particularmente bien calificados.

China, Rusia y las más importantes petroleras del mundo están manifestando interés en estos nuevos desarrollos, así como en las oportunidades de inversión en muchos otros sectores que se abrirán en Israel.

Mientras tanto, ¿qué impacto tendrían todos estos acontecimientos en el equilibrio geopolítico y económico del Golfo Pérsico y del mundo? 

Algunos están a la vista:

-Irán quedaría aún más aislado y concentrará sus exportaciones petroleras a China.

-Por razones de distancia y economía, la producción petrolera de los países árabes que queden fuera del mercado americano se dirigirá fundamentalmente hacia China y otros países asiáticos.

-El mercado chino está limitando su ritmo de crecimiento. La misma China tiene enormes reservas de petróleo de esquisto, que aún no ha podido desarrollar.

-La posición de Israel se verá sensiblemente fortalecida y es probable que sus exportaciones petroleras sean transportadas a través del Mediterráneo hacia los mercados europeos, donde competirá con el petróleo y el gas rusos.

-El gran perdedor podría ser Venezuela que ha venido renunciando absurdamente al mercado estadounidense. Sus perspectivas son: a) ya no será competitivo en China ni Asia; b) le resultará difícil competir en Latinoamérica con la creciente producción petrolera del Brasil. 

Es difícil explicar la suma de errores que se han venido cometiendo en Venezuela. Sus esfuerzos por resucitar una ideología que ya había fracasado en el mundo, lucen ahora como una pesada ancla atada a su cuello que la arrastra al borde de un abismo.

pepetoroh@gmail.com @josetorohardy

viernes, 26 de julio de 2013

La inmunidad de Mardo

GERARDO BLYDE |  EL UNIVERSAL
26 de julio de 2013  
La inmunidad parlamentaria es la protección de la que goza un diputado para impedir que sea sometido a la justicia ordinaria, dada la representación popular que ejerce. Antes de proceder a su enjuiciamiento y/o detención, en caso de que se le impute la comisión de un delito, debe cumplirse una serie de pasos previos.

Cuando en el año 2000 nos tocó, junto al hoy fallecido diputado Alejandro Armas, la redacción de esos artículos del Reglamento de Interior y de Debates (estrenándose tanto la Constitución como la AN) entendimos, con meridiana claridad -como reiteradamente lo ha expresado la doctrina, el derecho comparado y el derecho patrio-, que las figuras de allanamiento de la inmunidad, separación del cargo y permisos temporales eran completamente distintas. 

El permiso puede solicitarlo un diputado para atender problemas de salud, por motivos de viajes -personales o de representación parlamentaria- o, incluso, por cualquier otro motivo justificado (intenso dolor por pérdida de un familiar). 

La separación del cargo consiste en una sanción disciplinaria contemplada en la Constitución cuando el cuerpo considere que el diputado ha cometido una falta de importancia (entrar armado a las sesiones, caerle a golpes a otro diputado, como ejemplos). 

La separación del cargo suspende al diputado del ejercicio de sus funciones por un tiempo determinado, por ello el constituyente consideró que para que pueda operar se requiere de una mayoría calificada de 2/3 partes. Cuando reglamentamos este artículo consideramos que el cuerpo podía suspenderle el derecho de palabra al diputado hasta por 30 días, lo limitamos sólo a eso, pues la representación popular que ejerce es mucho más importante que la falta que pueda cometer. No establecimos otras sanciones y tampoco lo ha hecho el oficialismo en las sucesivas reformas que ha sufrido el reglamento para limitar el ejercicio parlamentario.

El allanamiento consiste en la autorización que da el Parlamento para que se inicie el juicio de un diputado, no implica la pérdida de su condición de diputado, ni restringe su pleno ejercicio. La presunción de inocencia y el derecho a la defensa deben ser preservados, por lo que no pueden ni el TSJ al solicitar el allanamiento, ni la Asamblea al acordarlo, suspenderlo del cargo e inhabilitarlo. Simplemente se le despoja del fuero para que enfrente el proceso judicial y se defienda de las imputaciones que se le hacen, pero debe seguir en ejercicio del cargo en respeto también a la soberanía popular.

La sentencia del TSJ que autorizó el enjuiciamiento del diputado Richard Mardo y que, a su vez, solicita a la AN el allanamiento de su inmunidad, haciendo gala de una gran ignorancia de la materia parlamentaria y de los límites constitucionales de un antejuicio de méritos, comete, en su parte dispositiva, excesos inconstitucionales y violatorios también del Reglamento de la AN (que tiene rango de ley). Acude la sentencia al artículo 380 del COPP y señala que, de ser allanada la inmunidad del diputado Mardo, quedará -por mandato de esta disposición- suspendido de su cargo e inhabilitado para ejercerlo. Este artículo es anterior a la entrada en vigencia de la Constitución y, al menos en lo referente a los diputados, por ser ley general no es aplicable. La ley especial de los diputados es el Reglamento Interno de la AN que, además, es posterior. Ignoró el TSJ dos principios básicos de derecho: "ley especial priva sobre ley general" y "ley posterior anula ley anterior". El allanamiento de la inmunidad no lleva consigo los efectos de separación del cargo ni de inhabilitación. De manera contradictoria, la propia Sala Constitucional ha señalado que cuando se trata de cargos de elección popular, la inhabilitación de un funcionario sólo comenzará cuando cese el período para el cual fue electo.

Basados en la solicitud inconstitucional del TSJ, la fracción oficialista se apresta el próximo martes a allanarle la inmunidad a Mardo con simple mayoría (como lo han anunciado) y a aplicarle los efectos de separación del cargo para lo cual se requiere de mayoría calificada de dos tercios. 

De darse, este precedente sepultará la institución de la inmunidad parlamentaria, evadiendo vulgarmente la mayoría calificada constitucionalmente requerida para separar a un diputado de su cargo, aplicándole penas anticipadas, sin una sentencia condenatoria judicial firme. Sepultados también quedarán la presunción de inocencia, el debido proceso y el derecho a la defensa. Enterrarán también su propio Reglamento Interno, que es su ley especial.

Vale recordarles a los diputados que piensan votar el martes tal exabrupto jurídico aquel viejo adagio que reza: "cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo".

jueves, 23 de mayo de 2013

Universidades

FRANCISCO JOSÉ VIRTUOSO SJ |  EL UNIVERSAL
jueves 23 de mayo de 2013  
La universidad pública venezolana atraviesa una grave crisis que amenaza con llevarla a la muerte. El salario mensual de un profesor universitario que ingresa como instructor apenas supera el salario mínimo y un titular gana apenas el doble de eso. Las comparaciones establecidas con sus pares en el mundo son realmente escandalosas e indican claramente la poca importancia que se concede en el país a la profesión docente universitaria. 

Las diversas federaciones sindicales que agrupan al gremio docente universitario se han declarado en huelga y su protesta pública nos ha servido para tomar conciencia de este grave desequilibrio. Es necesario que en toda la sociedad nos hagamos eco de sus exigencias y desde nuestras respectivas posiciones nos solidaricemos con ellas. Porque lo que está en juego es la muerte por inanición de nuestras universidades. Es obvio, que nuestro talento docente se vea obligado a explorar otras posibilidades profesionales o busque en otros países lo que no consigue en su tierra. 

Pero el problema va más allá de la remuneración salarial de los docentes. La universidad como institución es costosa si quiere alcanzar niveles adecuados de calidad. Se requieren laboratorios adecuados, infraestructura tecnológica, acceso a bases de datos bibliográficas, mantenimiento de infraestructuras, intercambios internacionales con otras universidades, publicaciones, etc. 

Adolecemos en Venezuela de una auténtica política de financiamiento público a la actividad universitaria. El crecimiento de la oferta de instituciones universitarias que hemos visto en los últimos años no ha hecho más que agravar el problema porque ha aumentado innecesariamente los costos. Es mucho más viable potenciar las capacidades del parque universitario existente que inventar la creación de otras muchas universidades. Quizás en algunos casos se justifica pero la sana lógica de racionalización de recursos requería una mejor planificación del sector universitario. 

La juventud de nuestro país demanda oportunidades de capacitación y posibilidades para el desarrollo de su talento. Quiere universidades de calidad, donde consigan talento que estimule la búsqueda de conocimiento y condiciones adecuadas para capacitarse profesionalmente. 

Tenemos un nuevo ministro en la cartera de educación superior. Los universitarios quisiéramos que nos oyera, que escuchara sin gríngolas ideológicas las necesidades del sector, que atendiera las demandas de quienes constituyen el corazón de la vida universitaria que son sus docentes e investigadores y considere las expectativas reales de nuestros estudiantes, que demandan educación de calidad.

fjvirtuoso@ucab.edu.ve

lunes, 6 de mayo de 2013

¿La última crisis?


VÍCTOR MALDONADO C. |  EL UNIVERSAL
lunes 6 de mayo de 2013  12:00 AM
Lo último que entienden los socialismos es que la política se vive desde la economía. Dicho de otra forma, las promesas de bienestar, igualdad y felicidad que se gritan desde la esquina de la demagogia y los populismos, siempre terminan siendo ecos luctuosos en la cotidianidad de la gente. La inflación más alta de América Latina, y la más crónica; la escasez que se expande desde los rubros más demandados hasta los más exóticos; el desempleo que ya no logra encubrirse detrás de los ineficientes faldones de las misiones, grandes y pequeñas; y la ausencia de vigor inversionista, son una lista incompleta de lo que está sufriendo la gente y contradiciendo el discurso político que dibuja un país totalmente ajeno a lo que viven y sufren los venezolanos.

La calle está llena de evidencias contrarias a ese país feliz que se difunde desde el sistema de medios públicos: los salarios que mezclados con el creciente costo de la vida resultan ser siempre insuficientes; la depauperación del empleo, ahora atascado por la peor legislación laboral del mundo; la debacle de los servicios públicos, su mal servicio, su pésima administración, que hace que todos vivamos pendientes de la luz que se apaga, del agua que cuando viene está sucia, de las cloacas que se tapan, de los huecos de las calles, de los taludes que se derrumban, y de hospitales sin equipos y sin talento médico disponible. Todos sufrimos el derrumbe del sistema de empresas públicas, arruinadas, maltratadas, improductivas e incapaces de resolver problemas económicos de poco calado. Y la inseguridad, que no es otra cosa que falta de policías, de políticas públicas sensatas, de modelaje a favor de la honestidad y el cumplimiento de la ley. Las calles de todas nuestras ciudades están llenas de la vivencia masiva de esta lista de calamidades que pesa sobre los venezolanos y que tienen un culpable con el que no se puede transigir y negociar nada: el socialismo del siglo XXI.

Este socialismo es ideología, sus administradores y sus compromisos. Con este trío no puede haber ninguna negociación. La ideología hay que repudiarla por insensata y falaz. Los administradores de esta economía han arruinado el país y merecen un relevo inmediato. Y ese afán por favorecer primero a los de afuera, y después, si sobra, a los venezolanos, es un insulto a la soberanía, pero ahora, además es un crimen. Invocar la solidaridad de los pueblos y financiarla con las penurias de los venezolanos es repudiable e infamante.

Este modelo solo se puede conjugar con las largas colas, con la desazón de la conformidad y la nula explicación de por qué solo nosotros vivimos esta infeliz condición de estar racionados en nuestra vida, en nuestras opciones, en nuestra libertad. Este modelo está corrompido, no sirve, nunca sirvió ni para garantizar reservas internacionales apropiadas, pero tampoco para proveernos el abastecimiento del país, su soberanía alimentaria o el control de la inflación. El socialismo del siglo XXI es un fraude que decanta desde la política el colosal fiasco que vivimos todos en nuestra economía diaria, y que nos encadena a no poder decidir, sino a conformarnos con lo que hay, o intentar una búsqueda frenética de lo que escasea o simplemente ya no existe.

Esta economía es el resultado más conspicuo de la política que se ha envilecido hasta ser secreto, corrupción, represión y afrenta constante, como si todos debiéramos compartir esa gran locura que se niega a reconocer la realidad, y que nos amenaza con cualquier tipo de muerte si no damos por buena la exultante versión oficial, donde no pasa nada, donde todo es melcocha y felicidad.

El socialismo es siempre un déficit de capacidad de cálculo económico donde no es posible estimar costos, precios, salarios o productividad. No se resuelve con un mayor flujo de dólares alentando una marea de importaciones que extermina la producción nacional, asolada además por la falta de competencia. Su imposibilidad no tiene que ver con subastas o aflojamiento de los controles. Este modelo es radicalmente irresoluble y nunca obtendrá los resultados que anuncia. Es fatal que termine siendo lo que es: un inmenso caos donde no hay racionalidad alguna que permita hacerlo predecible, porque no hay burócrata, por más iluminado que sea, que pueda hacerlo mejor que la conjugación de los esfuerzos y el trabajo de una sociedad que viva libre, respete la ley y quiera ser el producto de su propio esfuerzo. 

Viviremos en crisis hasta que le perdamos el miedo a la libertad.