jueves, 29 de junio de 2017

Economía de centro

Por Pedro A. Palma El NACIONAL 29/6/2017
La elección del nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha contribuido a revivir y a poner en la palestra de la opinión pública internacional un concepto con el que he comulgado desde hace varias décadas: la economía de centro, un sistema económico que se aparta de extremos como el estatismo y el liberalismo. La economía es dinámica, está en permanente movimiento, y en ella interactúan múltiples actores, muchos de los cuales tienen intereses y objetivos contrapuestos. Por ello, su manejo es muy complejo, y las políticas posibles de implementar para influir en su comportamiento pueden ser diversas y generar resultados muy diferentes.
¿Cuál es entonces el sistema económico óptimo? Creo que conseguir una respuesta acertada a esa pregunta no es tarea fácil, pues cualquiera que se aplique genera aspectos positivos pero también negativos, por lo que debe buscarse uno que esté caracterizado por políticas realistas, balanceadas y aplicables, cuya implementación maximice los pro y minimice los contra y los obstáculos para la consecución de un objetivo central, que no debe ser otro que la sólida y sostenida mejora de la calidad de vida de la población. A su vez, ese sistema debe formar parte de un plan integral de desarrollo sustentable con visión de largo plazo, que tome en consideración no solo lo económico, sino también lo social, lo ambiental, lo cultural, lo educativo, lo tecnológico y tantos otros aspectos y valores esenciales en los que se tiene que fundamentar una sociedad libre para progresar y desarrollarse.
Siempre he defendido que el mejor sistema económico es uno de centro, en el que los distintos miembros de la sociedad, incluidos el Estado, los empresarios, los trabajadores, los profesionales y técnicos y tantos otros jueguen un papel importante en su implementación para lograr los mejores resultados. En un reciente artículo (“Ocupar el centro”, Project Syndicate, 3/5/2017), el economista chileno Andrés Velasco resumió brillantemente las bases de esta propuesta diciendo que los centristas somos pro mercado en lugar de pro empresa, como lo proponen los libertarios, como él los llama, pero somos conscientes de que los mercados no son perfectos ni pueden curar todos los males, y pueden ser fuente de inestabilidad en caso de no estar bien regulados y efectivamente supervisados. De allí que se necesite un sector público efectivo y eficiente que establezca unas reglas de juego racionales y balanceadas que fijen los límites dentro de los cuales puedan actuar libremente las empresas. Esto le permitiría al gobierno supervisar y regular eficientemente distintas actividades económicas con el fin de evitar prácticas indebidas, como el dumping, la cartelización de empresas para la fijación de los precios, o el uso indebido y riesgoso de los fondos del público depositados en el sistema financiero. Estas regulaciones no deben confundirse con la imposición de controles y prohibiciones absurdas, ineficientes y distorsionadoras que impiden el funcionamiento eficiente de los mercados.
Como se ve, lo que busca el centrismo es un balance en el que cada actor económico juegue el papel que le corresponde, sin caer en situaciones extremas. Veremos si Macron tiene éxito en la aplicación del modelo que propone para la economía de su país y para la Unión Europea, para lo cual cuenta con una amplia mayoría en el Parlamento francés, con el apoyo y la esperanza de su pueblo y con la anuencia de otros líderes europeos que, como él, quieren fortalecer el mercado común del viejo continente. Ojalá sea así.
En lo personal, tengo una gran expectativa en la experiencia francesa, pues pienso que lo que allí se propone hoy en materia económica es el camino a seguir no solo en ese país, sino también en nuestra Venezuela. Hace ya más de tres décadas un colega me definió con un toque de sorna como un economista “radical” de centro, y no le faltaba razón.

martes, 13 de junio de 2017

Venezuela, Cuba y la OEA

Antonio Sánchez García - El Nacional - 13/06/2017
Es la hora de que la comunidad democrática internacional abra los ojos y venga en nuestro auxilio. Con todos sus medios. Venezuela es, para la región y el mismo Estados Unidos, inmensamente más valioso que Cuba, e importante política, económica, social e históricamente que Siria. Esperamos por lo menos que lo entiendan.
A Luis Almagro
Hay un convidado de piedra en la Asamblea General de la OEA: Cuba. No se la menciona, es un tótem y un tabú, y nadie, ni siquiera su secretario general, Luis Almagro, el mejor que haya pasado por sus tablas desde su creación y posiblemente el más valioso de los políticos latinoamericanos vivos, osa mencionarla. Es el poder en las sombras, el fantasma de la ópera, que ni siquiera sus vicarios y acólitos, como quien dirige la cancillería de su satrapía en tierra firme, o su plenipotenciario en funciones ante la OEA, osan mencionar. Pues sería como mencionar la soga en casa del ahorcado.
Todos los miembros de pleno derecho de la con razón llamada Organización de Estados Americanos, sean ellos de derechas, de izquierdas o de centro, tienen perfecta conciencia de que el dueño del desventurado país sobre cuyos destinos se discute es, por ahora, Raúl Castro. Hasta su muerte fue su hermano Fidel. Luego de la muerte será su nieto. Versión tropical y caribeña de Corea del Norte. Pero ninguno hace mención del hecho: Maduro es un agente cubano, puesto frente a la administración de la dictadura a la discutible muerte de Hugo Chávez Frías, sucedida en Cuba, en La Habana, en el CIMEQ y bajo la directa, secreta y blindada observación de Fidel y Raúl Castro. Y ni la señorita Delcy Rodríguez, ni sus embajadores en Washington, ni ninguno de los funcionarios que los acompañan en dichas discusiones estarían ocupando sus puestos sin la aprobación del supremo gobierno cubano. Piensan, hablan y gesticulan como si fueran monigotes: son títeres de Raúl Castro. Pero se los toma en serio, se discute con ellos y se pretende convencerlos de verdades tangibles –crisis humanitaria, insurrección, manifestantes asesinados, narcotráfico de dimensión planetaria, pobreza, falta de alimentos y medicinas– como si no fueran los apasionados voceros de la cancillería cubana. Los perros que ladran a sus indicaciones.
El poder del amo cubano es omnipresente y ubicuo: desde el papa Francisco a la canciller alemana Angela Merkel y desde Donald Trump a la socialista chilena Michelle Bachelet, pasando por Mauricio Macri, Temer y PPK –los liberales latinoamericanos de la partida–, todos de consuno, le recomiendan a la oposición venezolana, que se sabe maniatada, aherrojada y amenazada de muerte por las fuerzas combinadas de la satrapía venezolana y la tiranía cubana, que la amaestra, la maneja y la domina, le recomiendan a esta oposición que dialogue con Nicolás Maduro. Como si Nicolás Maduro fuera algo más que el títere de Raúl Castro y Ramiro Valdés. Como si en verdad dispusiera de mayor poder que el de quienes lo manejan.
¿Por qué no hablan con la verdad por delante y le recomiendan a nuestra oposición que se reúna en sitio neutral, ante un tercero, con Raúl Castro? ¿Por qué darle a la tiranía cubana la insólita ventaja de su absoluta transparencia, no tocarla ni con el pétalo de una rosa y hasta abrirle los brazos en gloria y majestad, con caras sonrientes y amabilidad desbordada, como lo han hecho Barack Obama y Jorge Alejandro Bergoglio? ¿Por qué insólitas y extrañas razones tanto el Departamento de Estado de la Sra. Hillary Clinton como el Vaticano de monseñor Parolin prefirieron abrirse a la tiranía cubana, en absoluto desmedro de la democracia venezolana? ¿Por qué todas las cancillerías del mundo, con la natural excepción de Corea del Norte, Rusia, China y los cipayos latinoamericanos, expresan sus angustias ante la tragedia venezolana y callan la razón de tal tragedia: la colonización de Venezuela por Cuba y el implacable manejo de sus fuerzas militares, policiales y parapoliciales, un ejército de “asesores”, “médicos”, “preparadores deportivos” y “técnicos de gobierno” que constituyen un ejército de ocupación de tropas de combate altamente preparadas para la guerra, de decenas y decenas de miles de funcionarios cubanos, que controlan desde notarías hasta registros de identidad, manejan quién cómo y cuándo merece tener o no tener un pasaporte y se llevan la tajada del león de los ingresos de nuestra esquilmada industria petrolera? ¿Y 100.000 barriles diarios de petróleo a cuenta de inventario?
Evidentemente, Susana Malcorra y Heraldo Muñoz, cancilleres de Argentina y Chile, lo saben tan perfectamente como lo sabe monseñor Parolín, canciller del Vaticano, el jefe del Departamento de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, y todos los ministros de relaciones exteriores de las naciones democráticas del orbe: Venezuela es una dictadura “exógena”, para usar un término creado por quienes la administran: su cerebro, su alma y su corazón se encuentran en La Habana. Y si no lo saben no merecen ocupar los puestos que ocupan. Si sus servicios de inteligencia no los proveen de la verdad de lo que ocurre en nuestro atribulado país, ¿de qué es que los proveen?
Una palabra de Raúl Castro es una orden para Nicolás Maduro y una de Ramiro Valdés una decisión que no será discutida por el general Vladimir Padrino, jefe de los ejércitos venezolanos. Ni Maduro, ni Padrino ni ninguno de los funcionarios de la dictadura tienen poder real para actuar por propia iniciativa. Y quien de la alta nomenclatura del régimen, como la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, las contraríe, corre el riesgo de ser suicidada, como lo insinuara con su perversa y estúpida brutalidad uno de los máximos sigüises del dictador y ex guardaespaldas a todo servicio de Hugo Chávez, Pedro Carreño. Sin el consenso de los tiranos cubanos o la decisión unilateral de sus estados mayores de retirarse del campo de batalla temiendo graves consecuencias para la supervivencia de su “revolución”, Venezuela no saldrá de su tragedia. Para Cuba, la dictadura venezolana es un “essential”, una conquista innegociable.
Héctor Schamis, el gran columnista de El País, escribió en abril de 2015 que en Venezuela no existían las fuerzas internas capaces de dirimir el grave conflicto en el que estábamos. La insurrección en marcha, de una dimensión, una fuerza y un alcance inéditos en la historia de América Latina y solo comparable a los sucesos de Ucrania o la Primavera Árabe, demuestra que existen de la parte opositora las fuerzas para reconstruir el país y echar a andar una nueva república, liberal, democrática, próspera y poderosa, si solo se enfrentaran a una dictadura endógena, fracasada, arruinada y acorralada, como esta farsa trágica del castrochavismo. No le pidan al pueblo venezolano, cuyas fuerzas armadas lo han traicionado vendiéndose al enemigo, que venza a las tropas cubanas invasoras. ¿Esperan por un nuevo Vietnam?
Es la hora de que la comunidad democrática internacional abra los ojos y venga en nuestro auxilio. Con todos sus medios. Venezuela es, para la región y el mismo Estados Unidos, inmensamente más valioso e importante que Siria. Esperamos que por lo menos lo entiendan.

domingo, 11 de junio de 2017

Un bingo llamado Dicom

Por Alejandro J. Sucre - El Universal - 11-06-2017
La razón por la que en Venezuela no hay progreso económico es por que en nuestra  población en general hay una cultura que nos hace pensar que la manera de hacer crecer nuestro patrimonio personal es  tomando ventaja de otros. La fórmula ganar-perder prevalece sobre la de ganar-ganar. El ganar-ganar no es parte común de la práctica en los negocios y menos en la toma de medidas económicas por parte de los funcionarios públicos. Esta mala cultura es la raíz de nuestro deterioro económico. Cuando un ciudadano piensa que los demás ciudadanos son más tontos, y en especial si éste ocupa un cargo público, todas las medidas que tomen van a estar signada de un irrespeto  hacia los demás. Esto desestimula e impide la productividad. 
Cuando los funcionarios públicos creen que los demás ciudadanos somos tontos, los dirigentes de las empresas del Estado no sienten la importancia de presentar estados financieros auditados en forma regular. Ni siquiera Pdvsa ha presentado el estado financiero auditado para el cierre del 2016. Mucho menos las centenares de empresas del Estado en cemento, turismo, siderúrgicas, agricultura, petroquímica, presentan información de actividades,  ni el BCV presenta cifras de inflación, ni de actividad económica, lo que impide a cada ciudadano invertir. 
Igualmente, cuando los funcionarios públicos creen que los demás ciudadanos somos tontos, además de que no informan, culpan de la escasez de productos y de la inflación a los empresarios privados. Este creer que son tontos los demás venezolanos entonces los lleva a políticas económicas súper-erradas como las expropiaciones, el control de cambio, el control de precios. Por el otro lado, el funcionario público que piensa que los demás son tontos también se aprovecha de las contrataciones del Estado para repartirlas sin licitación y entre sus amigos. En una economía donde se trata a los demás como tontos lo que prevalece es el desestímulo. Como en muchos países africanos.
Esta manera de operar pensando que los demás son tontos es lo que ha generado una inmensa escasez e inflación y el colapso de la economía en 1/3 de su producción en 4 años. Ahora el funcionario público se da cuenta que los controles de cambio no dan para más y sacan otra medida económica que llaman Dicom para flexibilizar el mismo control de cambio que impusieron y que asfixió al país. El Dicom sigue siendo un férreo control de cambio que asfixia al país, pero lo visten de libre mercado al llamarlo subastas de divisas.  No obstante, más que un sistema de subastas cambiarias, el Dicom es bingo. Es un bingo y no una subasta debido a que el precio no está fijado por el más alto entre la oferta y demanda. Tampoco aparece información de quien oferta ni cuánto ofrece por dólar. El precio del dólar en el Dicom lo fija un funcionario público a su criterio. Y el precio es por debajo de lo que la demanda está dispuesta a pagar por el dólar. Por lo que la gran mayoría de los oferentes no obtienen ni un dólar u obtienen mucho menos de los que necesitan. 
Tampoco los demandantes de dólares saben a donde ir a comprar los dólares que necesitan y que no obtuvieron en el Dicom. 
Habiendo un mercado cambiario paralelo que triplica el precio del dólar Dicom, a quien se le asigne un dólar Dicom tendrá una ganancia inmediata de 300%. Y debido a que el Dicom se hace una o dos veces por semana, y se asignan de manera poco predecible, a quien le asignen esos dólares saldrá corriendo a venderlos al precio del dólar paralelo y no para aumentar la producción. Una fábrica no puede operar sin saber cuándo podrá comprar materia prima. Ya Pirelli, Colgate, GM y otras empresas abandonaron sus inversiones en el país por no querer depender de un bingo cambiario para obtener divisas y materias primas.  

lunes, 27 de marzo de 2017

Finanzas - Anualidades Diferidas

Anualidades Diferidas

Ejemplo I.- Para la educación secundaria y universitaria de un niño de 5 años,  se  pacta con una institución financiera lo siguiente: Después de cumplir 15 años recibirá anualmente y en forma vencida, la suma de 19.500 dólares anuales hasta cumplir 24 años. ¿Cuánto debe depositarse hoy si la tasa efectiva de interés es del 12% anual?   

Datos:
R = 19.500
t= 10
n=9
i=12%

Intervalo de Aplazamiento (t): [1/(1+0,12)ˆ10 ]= 0,321973237

Anualidad diferida (n): [(1-(1/(1+0,12)ˆ(9))/0,12] = 5,32824979

Depósito requerido hoy por la institución financiera: 33.453,30 dólares  

Ambos al Valor Presente de una Anualidad:
[(1-(1/(1+0,12)ˆ(19))/0,12]  = 7,365776859
[(1-(1/(1+0,12)ˆ(10))/0,12 ] = 5,65022303

Depósito requerido hoy por la institución financiera: 33.453,30 dólares  

miércoles, 22 de marzo de 2017

El mejor negocio del mundo es el petrolero

Por Edgard Romero Nava, Expresidente de la Cámara Petrolera - El Universal - 22 de enero de 2017
Si el Gobierno toma la decisión de reactivar sólo la mitad de los 20.000 pozos petroleros cerrados, que registra el Ministerio de Petróleo, incorporando al sector petrolero privado podría disponer de 1,5 millones de barriles diarios más en un período de 3 años.
Cada pozo venezolano promedio bombea 270 barriles diarios, y si solo extrajera 150 barriles diarios por pozo, los 10 mil pozos estarían produciendo un volumen de 1,5 millones de barriles diarios. Sólo se necesita taladro “walk over”, utilizados para mantenimiento y rehabilitación.
Esta producción se puede reducir o agrandar dependiendo del presupuesto utilizado.
Un expresidente de la Asociación Venezolana de Geólogos advirtió hace años, que la mayoría de los pozos se pueden resucitar y que había que ir pozo por pozo, para ver su problema mecánico y otros.
Un ejemplo de que no hay pozos muertos, excepto los que están cementados, son los 3.439 pozos reactivados por los 32 convenios operativos. Esos maduros o marginales estuvieron 40 años abandonados, antes de la estatización petrolera. ¿Por qué?
Antes de la nacionalización, las patrullas exploratorias cuando  descubrían un pozo con menos de 400 barriles diarios lo dejaban, porque los precios eran tan bajos y había tantos que se podía abandonar por otros más productores.
Los veteranos dicen que un pozo cerrado se puede reabrir entre tres  días, o en cuatro semanas, según el problema y la profundidad del hueco, ya que puede estar dañada una bomba, o falta de electricidad, porque el costo de la perforación ya se hizo. y allí está abandonado.
Los costos para reactivar un pozo complicado cuesta unos $10.00 diarios durante 15 días, y si producen 150 barriles diarios, a $30 el barril es un ingreso diario de $4.500. A los 33 días de reparado ya se pagó la inversión, y por supuesto si toma más tiempo, aún sigue siendo un excelente negocio, por eso el mejor negocio del mundo es el petrolero.

miércoles, 8 de marzo de 2017

PDVSA Calificada hoy por prestigioso economista

Petróleos de Venezuela (Pdvsa) es la peor empresa petrolera del mundo. Lo asegura el economista Steve Hanke, el mismo que en diciembre incluyó al país entre los casos de hiperinflación. El profesor de la Universidad Johns Hopkins, basa su argumento en la caída de la producción y la "tasa de agotamiento".
En un artículo publicado en la revista Forbes, Hanke afirma que “el mal manejo de Pdvsa se puede ver con una mirada a la producción y las reservas”.
Números en mano, asegura que durante la gestión de Luis Giusti de 1994-98, la producción subió, pero por un tiempo corto.
“Con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la caída de la producción se acentuó hasta colapsar en 2002 tras un breve golpe de estado (…) Luego de ello la producción repuntó un poco, pero al morir Chávez y la ascensión de Nicolás Maduro a la Presidencia, comenzó otra caída pronunciada. Esto ha dejado la producción de Pdvsa 20% por debajo del nivel que tenían cuando Chávez tomó el poder en 1999″, señala.
El experto va un poco más allá y detalla que para valorar la caída de la producción es necesario revisar las reservas probadas de crudo y la tasa de agotamiento, esta última se calcula dividiendo la producción anualentre las reservas probadas.

“La tasa de agotamiento ha estado cayendo como una roca desde 2007. Actualmente se ubica en 0,35%, lo que implica que el tiempo promedio para la extracción y venta de un barril de petróleo es de 198,6años”, estima el también director del Proyecto de Divisas Problemáticas del Instituto Cato de Washington.
Hanke explica las implicaciones económica de estos datos: “el valor de un barril de petróleo en el suelo depende del tiempo que se tarda en extraerlo. Si, por ejemplo, el precio del petróleo sigue siendo el mismo, un barril de petróleo producido y vendido hoy vale más que un barril producido y vendido mañana. Dada la tasa increíblemente baja en la que Pdvsa está agotando sus reservas, las reservas de Venezuela -las más grande del mundo- carecen esencialmente de valor”.
En otras palabras, a pesar de tener las mayores reservas internacionales del mundo, su valor es nulo si no se extraen a mayor velocidad.
Coloca como ejemplo a la empresa petrolera más grande del mundo y quizás archienemiga de Venezuela: Exxon. Al cierre de 2015 su tasa de agotamiento era de 8,15%, “lo que implica que le toma un promedio de 8,2 años extraer y vender un barril de petróleo”.

Agrega Hanke, que además de esta situación Pdvsa está generando un flujo de caja negativo: enfrenta un pago de intereses y capital de $10.000 millones este año, pero los reportes indican que solo tiene $2.000 millones. “En principio, el gobierno deber acudir al rescate, pero las reservas internacionales del país están por debajo de los $10.500 millones”.

martes, 10 de enero de 2017

El recorte de la OPEP

Por José Toro Hardy - El Universal - Caracas - 10 de enero de 2017
A partir del 1 de enero entró en vigencia el recorte de producción acordado por la OPEP. Como era de esperar los mercados internacionales abrieron con un aumento en el precio. Los dos principales crudos marcadores (los que sirven de referencia en las fórmulas para la determinación del precio), abrieron en alza. El crudo europeo Brent (del Mar del Norte) se ubicó en $ 57,15 por barril y el crudo WTI de Texas alcanzó a $ 55,08 por barril. Por su parte, la cesta venezolana sufrió una leve baja ubicándose en $ 45,66.

¿Cuál será el efecto neto?
No está claro el beneficio final que pueda recibir nuestro ingreso petrolero. Debemos entender que el aumento sólo beneficia al crudo que exportamos bajo condiciones de mercado y excluye por tanto el consumo interno y el que se exporta vía Petrocaribe a Cuba, Nicaragua y otros países del Caribe, que está amparado por acuerdos especiales a través de los cuales la mitad de la factura se paga mediante trueque en tanto que la otra mitad se cancela a plazos absurdamente largos e intereses ridículamente bajos. No está claro cómo afecta el aumento al petróleo que enviamos a China por concepto de pago por deudas pendientes.

En todo caso, habría que determinar el efecto neto que experimentará nuestro ingreso petrolero. Si bien hay un aumento en el precio que recibiremos por lo exportado, el mismo se obtiene a costa de recortar 95.000 barriles diarios de producción. Tenemos por tanto que calcular si lo que vamos a recibir de más por concepto del incremento en el precio de lo exportado supera a lo que vamos a recibir de menos por concepto del petróleo que dejaremos de producir. Pero hay otra consideración adicional. Venezuela está hoy en día importando grandes cantidades de crudo WTI (para diluir nuestros crudos extrapesados de la Faja del Orinoco), gasolinas y nafta (que nuestras deterioradas refinerías ya no producen en cantidades suficientes) y otros derivados de alto valor cuyo aumento en los mercados será particularmente agudo por tratarse de los productos de mayor calidad.
Al sumar y restar todos los elementos antes mencionados pudiera darse el caso de que el efecto neto resulte negativo o, en todo caso, que de haber un efecto neto positivo este resulte insignificante.
 

El efecto en el “fracking”
Pero lo anterior no es sino una faceta del problema. El otro aspecto es el impacto que el recorte de la OPEP y de algunos países no OPEP tendrá en la producción de petróleo de lutitas (shale oil) en EEUU. Recordemos que se trata de hidrocarburos contenidos en los poros y entre las capas de un tipo de rocas denominadas “lutitas”, que no pueden ser extraídos por vías convencionales; pero, gracias a una tecnología denominada “fracking” (consistente en fracturar dichas rocas en el subsuelo vía presión hidráulica), se logra liberar los hidrocarburos (petróleo y gas) que contienen. Gracias a ello la producción petrolera de EEUU había aumentado en 5 millones de barriles diarios en 5 años.

Una de las limitaciones para su aplicación era su mayor costo. Por ello, frente a la caída del petróleo en los últimos años, las inversiones en “fracking” se habían reducido. Sin embargo, debido a los recortes de la OPEP y su efecto en los precios, ya comenzó a aumentar el número de taladros dedicados a esta actividad en EEUU.
El otro aspecto es la curva de aprendizaje tecnológico que ha contribuido a reducir sensiblemente el costo de producción por barril en los principales yacimientos de lutitas petrolíferas. Veamos:
Entre el 2013 y el 2016 el costo de producción en las principales cuencas: Eagle Ford (Texas), Bakken (Dakota del Norte), Niobrara (Colorado y Wyoming), Permian Delawere (Texas) y Permian Midland (Texas) se ha venido reduciendo desde un máximo cercano a los 100 dólares por barril hasta un promedio que oscila en torno a los 35 dólares y en algunos casos baja hasta $ 27 por barril. La tendencia a la caída en el costo por barril se mantiene.
A lo anterior hay que agregar que recientemente el US Geological Service (USGS) anunció el descubrimiento del mayor yacimiento de petróleo de lutitas en EEUU, el Midland Wolfcamp ubicado en Texas, cuyas reservas se estiman en unos 20.000 millones de barriles de petróleo y 16 billones de pies cúbicos de gas natural, con un valor estimado de $ 900.000 millones.
Parece obvio que el “fracking” ha introducido cambios estructurales en los mercados petroleros al imponer un techo a los precios. Los aumentos de precios derivados de una política de recortes de producción que la OPEP parecía haber abandonado desde hace algunos años, constituyen el mayor estímulo que se le puede dar a las inversiones en “fracking”. Su reactivación conducirá a una nueva saturación de la oferta petrolera y a sacar del mercado a los productores con mayores costos.